Por Nora Quiroz
Una persona ambidiestra usa con la misma habilidad la mano izquierda y la derecha. Una organización ambidiestra es la que sabe explotar sus capacidades actuales sin dejar de explorar nuevas oportunidades e innovaciones para el desarrollo futuro y una biblioteca ambidiestra es la que vincula la tecnología y el liderazgo como elementos estratégicos de los procesos funcionales sin perder de vista que lo realmente valioso, es decir su verdadero propósito "los usuarios" como seres humanos sintientes y pensantes.
Según Birkinshaw, J., & Gupta, K. (2013) una organización ambidiestra es aquella que tiene "la habilidad para desplegar su capacidad de explotar, es decir, ejecutar las competencias que posee actualmente y, de manera simultánea, explorar e innovar nuevas ideas con el propósito de mejorar la competitividad futura de la organización"
Lo que quiere decir que las organizaciones de cualquier tipo, incluidas las bibliotecas, pueden equilibrar el quehacer diario, esto es la capacidad de dirigir su actividad actual de la manera más eficiente, maximizando el presente; con las acciones futuras pensadas desde la innovación, las respuestas oportunas, la adaptación al cambio, y la agilidad en los procesos para asegurar su viabilidad futura, a través de la mentalidad y la cultura innovadora, pues las organizaciones ambidiestras potencias sus elementos diferenciadores.
En la conferencia “Innovando a través de las organizaciones ambidiestras”, Julián Taborda, fundador y director de RoadMap innovación lo expone claramente cuando apunta: "Las organizaciones dedicadas a modernizar el presente básicamente explotan sus activos o recursos productivos, como maquinaria, instalaciones, capital, bases de datos, conocimientos, contactos, patentes, entre otros. La exploración, en cambio, implica aprovecharlas para diseñar nuevos negocios y opciones de crecimiento a futuro. Sin embargo, esa capacidad de combinar recursos para el hoy y para el mañana es uno de los grandes retos."
Bibliotecas como organizaciones ambidiestras, innovadoras, ágiles y creadoras de ideas
Identificar áreas de oportunidad a explotar en las bibliotecas, entendiendo éstas como espacios que ofrecen nuevas y mejores posibilidades, que deben ser buscadas tanto en escenarios externos como otras bibliotecas, proyectos sociales locales, asociaciones y comunidades bibliotecarias nacionales e internacionales, pero sobre todo en su entorno cercano, su institución, comunidad de usuarios y sus propios empleados. Valorando y dando importancia a las propuestas que vienen de dentro, fomentando en directivas y colaboradores un cambio de mentalidad que favorezca el creer en las habilidades de su equipo de trabajo; pensando siempre en el usuario como fin único.
Cuando un colaborador de la biblioteca explora opciones para hacer una propuesta innovadora que puede transformarse en una oportunidad de crear un producto o servicio bibliotecario y se siente apoyado por sus directivas al asignarle tiempo y recursos para materializarla, se genera un ambiente de compromiso organizacional, que da pie a escenarios de generación de ideas y opciones que después tendrán que ser materializadas en pro del beneficio de los usuarios.
Un bibliotecario o profesional de la información ambidiestro, es aquel que sabe que es necesaria una respuesta acertada, adecuada y oportuna para las necesidades informacionales de sus los usuarios, la cual se puede lograr o no a través del uso de herramientas tecnológicas; y que además ha desarrollado la habilidad consciente de relacionarse con ellos desde la emotividad y comprensión humana de estas necesidades generando así una relación permanente que trasciende el hecho de entregar y recibir información.
Las bibliotecas como organizaciones en el futuro han de mostrar tener la doble capacidad de ser dinámicas y estables a la vez. Las prácticas dinámicas les permiten responder ágil y rápidamente a los nuevos desafíos y oportunidades, mientras que las prácticas estables mantienen el día a día de las operaciones y los resultados operativos.
Tenemos, pues, que enfrentarnos a la necesidad de nuevas estructuras organizativas en bibliotecas y unidades de información para interactuar con la nueva realidad, estructuras probadas por organizaciones innovadoras con metodologías ágiles que confirman su bondad. La agilidad no es incompatible con la estabilidad, sino todo lo contrario, la agilidad requiere estabilidad en las organizaciones.
La clave del éxito de una biblioteca ambidiestra es encontrar el equilibrio justo entre acciones que le permitan explorar y explotar, entre la alineación y la transformación. Para esto es necesario un bibliotecario líder capaz de dirigir y guiar ambos escenarios y que desarrolle y fortalezca habilidades que le permitan:
Escuchar y observar a su equipo de trabajo y usuarios: Capaz de ponerse en el lugar de sus colaboradores y usuarios, y desde ese lugar, enfocarse en mejorar su experiencia en cada punto de contacto con la biblioteca.
Hacer partícipes a los stakeholders: Proveedores de bases de datos, libros y todo tipo de recursos bibliográficos, docentes, investigadores, estudiantes, gobierno corporativo y comunidad en general deben ser parte activa tanto de sus procesos de innovación, así como del desarrollo de nuevos servicios o productos.
Asignar recursos para impulsar proyectos: Entienden que para generar un ambiente que favorezca la innovación, es necesario asignar recursos, incentivos y espacios que fomenten la ideación y la materialización.
Propiciar espacios colaborativos: Disponer escenarios en donde todos las áreas, grupos e interesados, incluidos los usuarios, puedan conectarse entre sí, generando ideas e identificando oportunidades pueden fluir y articularse.
Estar alertas a los cambios: Anticiparse a ellos sin ser reactivos, sino estando preparados con estrategias que permitan adaptarse a lo que será el mundo y las bibliotecas con una visión de futuro.
El foco real debe estar en encontrar lo que diferencia a la propia biblioteca de otras. Ser una biblioteca o un bibliotecario ambidiestro exige enfocarse en el presente y al mismo tiempo cuestionarse sobre el futuro, reflexionar sobre ¿si el modo que actualmente genera valor, será el mismo que le generará valor mañana?, ¿si sus servicios seguirán siendo demandados, apreciados y valorados?
Los profesionales de la información que entienden la importancia de innovar y ejecutar al mismo tiempo, con el propósito de desarrollar agilidad estratégica, enfrentan el desafío de sistematizar y materializar el manejo de actividades tan diferentes como son explorar y explotar.
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