Por Nora Quiroz
Se trata de la propuesta de ver, comprender y acompañar al usuario de las bibliotecas desde su dimensión humana y emocional, reivindicando su esencial importancia en la creación, desarrollo y prestación de los servicios bibliotecarios e informacionales.
Hablar de “Bibliotecas conscientes”, es recordar y reivindicar la verdadera razón de ser de éstas instituciones sociales las cuales tienen como fin, no sólo la resolución de las necesidades de información de un usuario, sino la satisfacción completa de todas aquellas personas que tienen relación con la biblioteca.
En el marco del evento "Envigado se pinta de letras" en 2018, se desarrolló el panel Bibliotecas Conscientes en donde tuve la oportunidad de coincidir con maravillosos amigos, y humanistas expertos en bibliotecas, el doctor José María Maya, el bibliotecólogo y profesor Didier Álvarez, y el bibliotecólogo Hernán Alonso Muñoz quienes compartieron su visión sobre la humanización de los servicios bibliotecarios y variedad de miradas sobre lo que comprendemos son las bibliotecas conscientes desde el despertar consciencia que en las bibliotecas implica que estas se hagan preguntas poderosas que den lugar a respuestas profundas:
¿Considera que se puede hablar de las bibliotecas como organizaciones consientes?
¿Cuál es la diferencia entre bibliotecas conscientes y bibliotecas humanas?
¿Cuál es el objetivo de las bibliotecas conscientes?
¿Han perdido las bibliotecas el sentido de su función social?
¿Cuál es el papel del usuario en el desarrollo de las bibliotecas?
¿Cuál es el rol de las tecnologías en el desarrollo de la sociedad?
Las bibliotecas conscientes deben trascender el imaginario del ambiente bibliotecario en donde las tecnologías de punta y los espacios remodelados con nombres raros como makerspaces o CRAI son el fin, cuando en realidad son el medio. Estas tecnologías y estos espacios no son nada sin los usuarios. Y es que las bibliotecas conscientes también son los bibliotecólogos, bibliotecarios, archivistas y profesionales que laboran en ellas, pues son seres emocionales, con sentimientos y sentires profundos que desean y necesitan verse reconocidos, por su experiencia, logros y trabajo.
Hacer consciente la relación entre la biblioteca y sus usuarios, puede ser entendido como el reconocimiento de las individualidades y las complejidades del ser, orientando esta reflexión a la creación de servicios o estrategias de comunicación, sin dejar de lado el fin último o los objetivos de las bibliotecas como unidades de información.
Este post, al igual que el panel de Bibliotecas Conscientes, no dan respuesta a las preguntas profundas propuestas anteriormente, por el contrario son una invitación a reflexionar sobre la premisa que los usuarios de nuestras bibliotecas son seres con emociones, necesidades y sentimientos, para los cuáles un saludo amable, una respuesta oportuna, una necesidad de información satisfecha pueden ser el punto de consciencia, la palanca, el clic, que haga la diferencia, que los mueva a estar mejor informados, a leer más, a aprender más o a usar con mayor frecuencia los servicios y espacios de las bibliotecas y quizá luego, con el tiempo, transformen sus vidas.
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